José Luis Almanza Katz platica sus vivencias al lado de Sebastián Guzmán Cabrera, así como todo lo que sufrió al frente del municipio y el poderoso STPRM
“¡Yo no puedo copiar, ni
arraigar odios de otros!”
MINATITLÁN, VER.
LÁZARO RODRÍGUEZ PÉREZ“La Quina siempre intentó encarcelarnos; cada vez que había transición de poderes en los sindicatos petroleros él aprovechaba para apresar a sus enemigos políticos en Mina, ‘se la aplicó’ a muchos”.
Almanza Katz
Diputado Federal
José Luis Almanza Katz |
Hablar del pueblo de Minatitlán y su gente es adentrarnos a una de las ciudades más importantes del estado.
Minatitlán está integrada por infinidades de etnias, una de las más influyentes es la zapoteca o oaxaqueña, esta cultura tiene un gran arraigo en esta ciudad, sus tradiciones predominan sobre las demás culturas.
Los “tecos” son hombres trabajadores, dedicados a la familia, muy apegados a sus creencias y tradiciones, esto es Minatitlán, donde emergen el choque de culturas y razas.
El “boom” petrolero a principios del siglo XX permitió que Minatitlán fuera el eje central del sureste, llegó a ser la ciudad más importante de la región; los municipios aledaños llegaban a comercializar sus productos y hacer negocios en aquel entonces, donde se reunían los hombres más poderosos del país.
José Luis Almanza Katz, el alcalde, el diputado, el comerciante y personaje emblemático en la política minatitleca, platica sus vivencias al lado de Sebastián Guzmán Cabrera, “el extraordinario hombre, el gran maestro”, como él lo llama y todo lo que tuvo que pasar al frente del municipio y el sindicato petrolero.
Almanza Katz, hijo de istmo-oaxaqueños, de Tehuantepec; sus padres arribaron a Minatitlán en la bonanza petrolera, donde había una gran oportunidad de empleo; “jornadas muy difíciles, pero solamente esa gente podía desempeñar esos trabajos, en aquel entonces”, nos dice el entrevistado.
P: -¿El “boom” petrolero, muy difícil para los oaxaqueños?
R: -Bueno, la influencia oaxaqueña empezó a llegar a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX, mis padres arribaron a Minatitlán en esa época, llegaron a la construcción de la Refinería Lázaro Cárdenas; en Minatitlán y la región podemos decir que un gran porcentaje tiene un nexo con esta cultura; “Minatitlán fue una ciudad muy importante y rica, había mucho empleo, tenías todo lo necesario”, la ciudad era el eje económico del sureste; los vecinos de Coatzacoalcos venían para acá a hacer sus compras y negocios, como ahora nosotros vamos para allá.
Era Minatitlán un emporio petrolero, todo mundo tenía trabajo, todo mundo tenía dinero, no fueron épocas difíciles, todo lo contrario, fueron épocas de oro, épocas buenas, se fue perdiendo todo eso por las transiciones de gobierno, recuerdo que el último Presidente de la República que mencionó las riquezas petroleras fue López Portillo.
P: -¿De dónde le nace lo comerciante a Almanza Katz?, tengo entendido que toda su vida ha tenido negocios y que sus hijos heredaron esa cualidad.
R: -Mira, mis padres fueron personas muy trabajadoras; heredo de mi madre la influencia comercial, toda su familia fue comerciante por décadas; de hecho en Mina hubo una tienda muy famosa, Casa Katz, en sus tiempos fue un referente para esta localidad, la dueña fue la abuela de mi mamá; mi padre fue trabajador petrolero y también fue comerciante, pero a muy baja escala. Mis tres hijos también heredaron esa tendencia, ahora lo veo con ellos, todos tienen sus propios negocios.
P: -¿Entonces por parte de su padre ingresa usted al ámbito petrolero?
R: -Sí, por supuesto, fue mi padre el que me dio la oportunidad de trabajar para Petróleos Mexicanos. Me dejó la planta en la Refinería Lázaro Cárdenas, en el taller eléctrico, él fue eléctrico; en aquel entonces nada más hice la preparatoria, pero con la preparación que dan en la Refinería alcance el título de Técnico en Comunicaciones Electrónicas.
Ya enrolado en el departamento siempre tuve la curiosidad de participar en las actividades del sindicato, llegué a ser vocal del Frente Liberal Sindicalista, delegado departamental por muchos años, después me integré al sindicato donde me comisionaron a la Ciudad de México como vocal de la Comisión de Deportes y Cultura.
P: -¿Quién le da la oportunidad de participar en el sindicato de la Sección 10?
R: -Bueno, esa me la gano yo por mi desempeño laboral, pero cuando inicio mis actividades me toca trabajar con don Sergio Martínez Mendoza, él llegó a ser senador de la República y un gran líder sindical, después fue cesado, es decir, el presidente de la República, Miguel López Portillo, en contubernio con el Sindicato Petrolero, le pide la renuncia, y entra en su lugar una persona muy inteligente, muy sensible, el maestro Sebastián Guzmán Cabrera, personaje con una gran capacidad para la política.
P: -¿Fue Sebastián Guzmán su padrino político?
R: -Más que mi padrino político fue un gran amigo, puedo presumir que fui uno de sus colaboradores más cercanos, y sí él fue el que me dio el impulso para ser Presidente Municipal.
A su lado tuve cargos importantes, por ejemplo, yo administré las tiendas de consumo del sindicato petrolero, donde entra otra vez mi tendencia al comercio. Recibí una tienda quebrada y entregue seis rebosantes y con número rojos; alcance a ser el gerente general de todas las tiendas, en aquel entonces decían que la tienda de consumo “era la cara bonita del sindicato” porque estaba siempre impecable y muy bien atendida.
Eso me valió poder administrar la central de abasto a nivel nacional, yo controlaba la comercialización de todos los sindicatos. Mira, un día alguien me dio un consejo, me dijo: “De ahora en adelante tienes que hacer auditoría” para protegerte, La Quina anda buscando a alguien para meterlo al bote” y efectivamente, Joaquín Hernández Galicia encerró a muchos de Minatitlán, por citar a algunos al finado “Chico Izquierdo, Salinas Aragón, Maldonado y Lucha López, cuando se acercaban los cambio o transiciones de mandos sindicales a la “La Quina” le daba por encerrar a sus enemigos políticos.
P: -¿Podemos decir que vio el “quinazo” de cerca?
R:- Sí, por supuesto, Joaquín Hernández cayó en enero de 1989, lo mandó a encerrar Carlos Salinas de Gortari.
P: -¿Por qué Alcalde, dónde nace el gusanito por la política?
R: -Con una sonrisa muy marcada exclamó: ¡La Grilla!; -toma un poco de aire, acomodándose en el asiento y enfatizó: Mira, fue algo muy curioso porque yo no tenía grupo político, Sebastián nunca me dejó, decía que si yo incursionaba en la política era un arma de doble filo porque yo manejaba mucho dinero, que el dinero en la política era bueno, pero no quería que me moviera de la administración. Fui coordinador electoral por el PRI en el Distrito de 1980 a 1988, esa era mi responsabilidad, rendir cuentas electoralmente por el partido, cuando yo salgo propongo a Jorge Wade en mi lugar.
Así que me aguanté, de hecho Pablo Pavón, Berruecos, Wilfrido, Vicente Torres, Luis Martínez, todos ellos tenían grupos políticos muy fuertes.
Puedo presumir que fui el único alcalde “sin dedazo”, en aquel entonces Dante Delgado Rannauro se inventó “la democratización del partido”, dijo que todos los candidatos tenían que salir por consulta a la base; entre el ex gobernador, Flavino Ríos y unos traidores del sindicato petrolero le quisieron dar “caballazo” a Sebastián Guzmán e impulsaron a otro candidato, a German González Quintero.
Una vez más Don Sebastián Guzmán Cabrera les demostró ser un hombre inteligente y audaz para la política y los vencimos fácilmente, ya en las elecciones nos impusimos a la izquierda de Cárdenas y al PAN, tomando posesión en 1992.
P: -¿Cómo alcalde cuál es la satisfacción más grande que tiene?
R: -Bueno fueron muchas, yo cambié mis sueños por los de la ciudadanía, hice unas encuestas para saber qué es lo que ellos querían y eso hice, las obras y acciones que ellos me pidieron. Pero te voy a dar un dato exclusivo, en el año 1992, cuando recién tomé posesión surgió en el país la epidemia del cólera y fue Minatitlán el primer lugar, no del estado, sino a nivel nacional, con más casos de esta enfermedad y también fue aquí donde brotó en una congregación llamada Murillo Vidal, pegado a Uxpanapa; le decía a Dante Delgado Gobernador mi gente se está muriendo, apóyeme, hay que combatir esta enfermedad; era desesperante ver cómo la gente se iba enfermando.
Montamos un gran operativo y dejamos una cultura del cuidado del agua y gracias a Dios controlamos esa epidemia, en esa congregación les dejamos escuelas y muchos apoyos más.
P: -¿Cómo es actualmente su relación con los dirigentes petroleros?
R: -Buena, de hecho, soy diputado por ser suplente de Polo Torres, él me dejó ahí algunos meses cuando vino a buscar la alcaldía, y Jorge Wade es mi amigo, de hecho iniciamos juntos en la política.
P: -¿Y con Pablo, cómo es su relación con él?
R: -Hay cosas importantes en la política -exclamó-, como seres humanos tenemos que ser honestos, responsables y éticos, eso es la base en todo; de Pablo fui su acérrimo rival, políticamente hablando; de hecho un día lo llamé ¡corrupto! En frente de 400 personas que él había convocado, para malinformar referente a las cifras de la Sección 10. Si alguien lo combatió cuando fue dirigente sindical fui yo, yo y mi grupo lo agredimos políticamente.
Un día mi hijo me dijo si no tenía miedo de que me mataran, le contesté que sí, pero que decía mi abuelo “que para morir nacimos”.
Y el día que Pablo dejó la dirigencia petrolera nos dimos la mano y le dije que era mi amigo; que somos como los boxeadores, que arriba del ring nos podemos golpear hasta caer, pero que abajo éramos amigos. ¡Yo no puedo copiar, ni arraigar odios de otros!
El entrevistado acaba de terminar su carrera en Pedagogía en la UPV, recibió de manos del gobernador Javier Duarte su título profesional. Finalizó diciendo que ya tiene su “gallo” para la Diputación Federal y que a él no se le descarte en sus aspiraciones políticas.

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