HELIODORO MERLÍN. El llamado “último cacique del Sur”; el hombre que cambió la política por los negocios
Lázaro Rodríguez PérezCosoleacaque, Ver
El Sur de Veracruz, cuna de grandes hombres que han destacado no sólo por su temple de acero y su mano de hierro…
Los años maravillosos de Nanchital y el "boom" petrolero, en los años 70 y 80 con "Chico Balderas"; un Minatitlán con mucho comercio y adinerado municipio con Sebastian Guzmán Cabrera, líder petrolero; el mismo Cirilo Vázquez Lagunes, en la Llave del Sureste destacó por darle a los pobres y enfrascarse en muchas peleas con los poderosos y terratenientes de la región, hechos que lo llevaron a la muerte.
De esta gran generación, surgió la figura de Heliodoro Merlín Alor, actualmente poderoroso ganadero y comerciante; ranchero, político, empresario o cacique, padrino de muchos.
Merlín Alor, llamado "El último cacique vivo del Sur", fue alcalde por Cosoleacaque, dirigente ganadero y brazo derecho de Amadeo González.
Para Heliodoro Merlín la política es ser "mandadero de todos, vete para allá, vete para acá, haz esto, haz aquello otro"; él mejor decidió ser empresario que político. "La política te acaba, te despedaza, eso no es vivir, los cargos públicos son desgastantes", decía.
En entrevista realizada para este medio de comunicación, Heliodoro Merlín cuenta su historia, sus vivencias al lado de Amadeo González y el porqué no aceptó los cargos políticos que le ofrecieron.
P: -¿Tengo entendido que fue periodista?
R: -Sí, siempre me ha gustado escribir, empecé mis "pininos" en el Diario La Opinión y posteriormente en el Diario Sotavento de Coatzacoalcos, siempre fui un muchacho muy inquieto, muy hiperactivo, en ese entonces el ser periodista era igual o más peligroso que ahora, a los políticos no los podías tocar, mucho menos hablar mal de ellos, porque te mandaban a matar.
Yo me la "rifé", quería estudiar para maestro, pero también me gustaba el periodismo, en el Diario Sotavento conocí a mis amigos, a grandes periodistas: Francisco y Mussio Cárdenas Cruz y Fausto Fernández Ponte.
En 1959 vino el asesinato de Jorge Salinas Aragón de Minatitlán. Nos aventamos fuertes en contra del entonces procurador general de la República, Fernando López Arias, y el líder petrolero Felipe Mortera de Minatitlán, acusándolos del homicidio del periodista. La aventura terminó después que policías nos amedrentaran e intentaran asesinarnos, en aquel entonces mi padre me llevó a la casa de Amadeo González Caballero, quien le reclama a López Arias lo que hacían con su gente. Desde ese día me convertí en el secretario particular del hombre fuerte de la zona sur.
P: -¿Por qué Amadeo González?
R: Con la mirada perdida, como intentando retener el recuerdo, respira profundo y dice: -Amadeo González era un hombre poderoso, fuerte y muy respetado, él fue un gran maestro y amigo para mí, además de ser uno de los hombres más eficaces de Veracruz en el sexenio de Fernando López Arias (1962-1968), primo, también, de Miguel Alemán Valdés, ex gobernador de Veracruz Presidente de la República.
Con él no te andabas con chingaderas, González Caballero nunca andaba armado. Ni protagonizaba escándalos. Ni se metia en burdeles ni cantinas, pero tampoco lo agarrabas de güey; así era Amadeo.
P:- ¿Se dice que González Caballero era un hombre de pocas pulgas, que "desapareció" a varios, que era la mano ejecutora de López Arias?
R:- Amadeo fue muy discreto. De él fue tejiéndose la leyenda de que mandaba a matar, pero no es cierto. ¡Nunca! jamás lo oí hablar del tema, ni tampoco que ordenara quebrarse a un cristiano.
P:- ¿Cómo fueron los inicios de Heliodoro?
R:-Duros, muy duros; todavía recuerdo esos años de pobreza, cuando dormía en una banca de la Unión Ganadera, yo cambiaba las lavadas de taxis por enseñanzas de manejo; la escritura siempre la llevé en la sangre, por eso fui maestro, pero en aquel entonces el ser maestro era sinónimo de no tener dinero.
P: -¿Por qué alcalde nadamás?, ¿nunca intentó ser diputado o alcanzar algún cargo más?
R: -Mira –exclamó- yo fui alcalde porque me obligaron. El gobernador Agustín Acosta Lagunes de hecho me obligó, mejor dicho, me amenazó. Yo tenía cincuenta camiones de transporte urbano al servicio de las empresas de la región. Me llamó a palacio de gobierno y me dijo: "Aceptas la alcaldía o hablo a las empresas, que te quiten la chamba", y ni modo, me chingó, pero Acosta Lagunes chingó a muchos.
Así que la tuve que aceptar.
Posteriormente el priismo nacional me ofreció cargos públicos, diputaciones dos veces, nuevamente la alcaldía hace poco, el liderazgo nacional de los ganaderos, y otras cosas, pero ¡ni madre!, ¡nunca acepté!, la política te acaba, te desgasta, nunca estás tranquilo, descuidas a la familia, por eso ya no acepté más cargos públicos.
Un día Sebastián Guzmán Cabrera, en su lecho, ya muy enfermo me dijo: "Yoyo, la política es un cáncer, que te acaba poco a poco, te da mucho pero te quita todo, daría todo lo que tengo por recuperar mi salud", esas palabras nunca las voy a olvidar, por eso ya no le entré a la "grilla", yo me cuido.
P: -¿Usted es el último cacique del Sur?
R: Esbozando una sonrisa, con la mirada hacia abajo, se acomodó en la silla y exclamó: -Pues sí ayudar a la gente, apoyarla y pelear por lo que crees justo para ellos y para ti es ser cacique, pues sí lo soy; yo toda mi vida se la he decicado al trabajo y a mis negocios, y si tengo que defender mis derechos lo haré, no me dejo de nadie y siempre peleo por lo justo y lo equitativo.
P: -¿A qué partido político pertenece?
R: Sin dudarlo por un segundo determinó: -Al PRI, siempre he sido priistas, a mí no me gustan esas chingaderas de estar brincando de partido en partido, yo soy de una sola ideología, yo no "chaqueteo" con la gente que me brinda su confianza; hace muy poco anduvieron diciendo que me iba yo a ir a Convergencia porque había recibido a Dante Delgado en mi casa, pero como no recibir a un amigo en tu casa, y Dante eso es para mí, un amigo, los enemigos políticos siempre hablan demás, pero a mí me importa un carajo lo que digan, yo soy una persona de una sola pieza.
Tengo muchos amigos en otros partidos, es bueno tener relaciones en todos lados, eso te abre muchas puertas y el que no quiera entenderlo así, allá él.
P: -¿Se dice que Heliodoro Merlín quita y pone a diputados y alcaldes en el Distrito?
R: -Mira –exclamó- yo no quito ni pongo a nadie, el PRI y los demás partidos son los que acomodan a gente inadecuada para ocupar las alcaldías y las diputaciones, y cuando ya sienten la "soga en el cuello" vienen a quejarse y a pedir ayuda; si puedo apoyar apoyo a la gente que se ha ganado ese respeto y ese respaldo de la gente.
P:- Tiene hijos dentro de la política y varios han ocupado cargos públicos, ¿usted les ha inculcado esa pasión por el servicio público?
R:- Tengo once hijos y únicamente cuatro están metidos en la política. Claro, los ayudo. Soy su padre y mi padre me enseñó que los padres son personas muy sabias, y siempre que me piden apoyo por supuesto que se los doy, siempre que van a emprender un proyecto recurren conmigo, siempre los escucho y los asesoro; con decirte que hasta los nietos me salieron políticos.
Ya ves al "Yoyito", es diputado suplente y Karlita tiene su asociación y ya fue presidenta del DIF, me da gusto por ellos, que hayan nacido con esa vocación, esos sí, heredaron la política de la mamá, Gladys es bien metida y su pasión siempre ha sido la política.
P: -¿Qué opina de Duarte como gobernador?
R: -Sorprendido, Javier me ha sorprendido, es un muchacho con muchos pantalones, "agarró el toro por los cuernos" y se enfila para ser uno de los mejores gobernadores que ha dado Veracruz.
Merlín Alor, sigue con sus negocios, sigue siendo uno de los hombre más fuertes del Sur, querido por muchos y criticado por tantos; ha emprendido un "mercado ambulante" ubicado entre Oteapan y Cosoleacaque, enfrente del restaurante El Tomito, dice que el seguir apoyando a la gente lo vitaliza.
"Así soy y así me enterrarán, trabajando hasta el último día de mi existencia", finalizó.
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